Un compromiso global contra la subrogación
Declaración de Casablanca: un pacto global por la dignidad humana

Más de 75 países impulsan un tratado internacional para abolir la maternidad subrogada en todas sus formas.
En marzo de 2023, en la ciudad marroquí de Casablanca, se firmó un documento que marca un antes y un después en la defensa de los derechos humanos: la Declaración de Casablanca. Lejos de ser un manifiesto aislado, se trata de una iniciativa internacional con un objetivo claro y ambicioso: abolir globalmente la práctica de la maternidad subrogada, tanto comercial como altruista.
Esta declaración nace del consenso entre profesionales del derecho, la medicina, la filosofía, el feminismo y la infancia, provenientes de más de 75 países. Todos ellos coinciden en una verdad incómoda que el mercado global suele maquillar con ternura mediática: la subrogación convierte a las mujeres en instrumentos y a los niños en objetos de deseo o mercancía. Aunque se disfrace de acto solidario o de contrato entre adultos libres, la gestación por encargo implica siempre una asimetría de poder, donde la vulnerabilidad es explotada con fines reproductivos.
Desde esta perspectiva, la Declaración de Casablanca no propone una regulación de la práctica, sino su prohibición, en nombre de la dignidad humana. Llama a los Estados a declarar nulos los contratos de subrogación, a impedir la inscripción automática de hijos nacidos por esta vía en el extranjero, y a desarticular las redes de intermediarios —clínicas, abogados, agencias— que se enriquecen con este modelo.
Uno de los puntos más innovadores de la Declaración es su propuesta de impulsar un tratado internacional vinculante, que blinde los derechos de mujeres y niños contra la lógica del mercado. Al igual que se ha logrado consenso global en la lucha contra la trata de personas o el tráfico de órganos, este movimiento busca trascender las fronteras nacionales para enfrentar una práctica que opera a escala global, especialmente en países con vacíos legales o estructuras institucionales frágiles.
En América Latina, Argentina y Colombia se han convertido en destinos frecuentes de subrogación internacional debido a sus costos accesibles y marcos jurídicos difusos. La Declaración pone la lupa en estos contextos, denunciando cómo la pobreza, la falta de educación legal y la precariedad institucional facilitan la mercantilización del cuerpo femenino y la manipulación de la filiación.
En este marco, se celebrará en Lima, Perú, los días 4 y 5 de junio de 2025, la III Conferencia de Casablanca, un espacio de encuentro para expertos, legisladores y defensores de derechos humanos que buscan avanzar hacia la erradicación de esta práctica y promover un nuevo paradigma: uno en el que la maternidad, la infancia y la vida misma no sean bienes a negociar, sino realidades que se respetan y protegen.