Nuevo escándalo en el Senado
Villarruel sumó a un exmilitar y a un denunciado por violencia de género

Se trata de Juan Manuel Gestoso Presas y Mario Norberto Russo.
La vicepresidenta Victoria Villarruel firmó la designación de Juan Manuel Gestoso Presas como subdirector general de Control de Auditoría y Control de Gestión en el Senado de la Nación. El nombramiento, oficializado mediante el decreto presidencial 306/25, se enmarca dentro de una serie de movimientos en el equipo de colaboradores de Villarruel y entrará en vigencia el 1° de junio.
Gestoso Presas es un militar retirado que estuvo al frente de la Compañía de Inteligencia 5. Su nombre cobró notoriedad en 2008, cuando fue procesado por haber ordenado la destrucción de dos libros de guardia del Hospital Militar de Salta, donde se registraban nacimientos entre los años 1970 y 1997. Estos documentos eran considerados claves en investigaciones sobre apropiación de menores durante la última dictadura militar. Aunque la orden fue emitida, el capitán Silvio Mannino Leal —a cargo de ejecutarla— optó por preservar los libros y entregarlos al Ministerio de Defensa, lo que derivó en una denuncia penal contra Gestoso Presas.
Años más tarde, en 2014, el Tribunal Oral Federal de Salta resolvió el sobreseimiento de Gestoso Presas y del entonces director del Hospital Militar, Carlos Fernando Tozzeto Arias. El fallo argumentó que la destrucción de esos documentos no constituía un delito de lesa humanidad, lo que habilitó la prescripción de la causa.
El nombramiento de Gestoso Presas responde a una línea definida por Villarruel desde su llegada al Senado: reestructurar la cúpula del cuerpo con colaboradores de confianza, muchos de ellos con trayectoria en las Fuerzas Armadas y con vínculos con el entorno personal de la vicepresidenta. En esa lógica se inscriben otras designaciones, como la de Carlos Gallardo, actual director general de Seguridad del Senado, amigo del fallecido padre de Villarruel y con pasado en inteligencia militar.
Esta política de nombramientos no ha estado exenta de tensiones internas. Emilio Viramonte Olmos, quien se desempeñaba como secretario Administrativo del Senado, presentó su renuncia tras choques con Villarruel por algunas incorporaciones recientes. También dejaron sus cargos María Laura Izzo y Juan Martín Donato, en un clima enrarecido por acusaciones cruzadas y desacuerdos en el seno del equipo de la vicepresidenta.
A este escenario se suma otra polémica con respecto a un nuevo nombramiento de Victoria Villarruel, el de Mario Norberto Russo como director general del cuerpo de asesores del Senado. La decisión generó fuertes críticas del entorno presidencial y una denuncia pública de la diputada libertaria Lilia Lemoine, quien afirmó que Russo la agredió físicamente en 2022. En su publicación en X señaló: “Victoria Villarruel designó en el Senado a un tipo que denuncié en 2022 por agredirme físicamente (estando borracho o drogado, no sabemos) hubo muchos testigos. Hice la denuncia pero ahora lo llevan a trabajar al edificio donde como diputada me lo puedo cruzar. Es un escándalo”.
Con la incorporación de Gestoso Presas y Russo, Villarruel continúa afianzando un esquema de poder en el Senado que combina lealtades personales y afinidad ideológica.