Entre Ríos
Confirman disparo en la cabeza del remisero asesinado por Pablo Laurta
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La autopsia al cuerpo de Martín Palacio halló una herida que podría definir la acusación por homicidio agravado.
La investigación por el crimen del remisero Martín Sebastián Palacio dio un giro crucial tras el hallazgo de una herida de bala en el cráneo del chofer, un dato que fortalece la hipótesis de que fue ejecutado por el doble femicida Pablo Laurta durante su escape entre varias provincias argentinas. La autopsia preliminar, realizada en la Morgue de Paraná, reveló un orificio de entrada en la cabeza, compatible con un proyectil de arma de fuego, lo que podría confirmar oficialmente el mecanismo del homicidio.
El cráneo fue hallado la semana pasada, cerca de la ruta hacia Sauce Sur, a 1,5 kilómetros del camino a Gobernador Echague, en Rosario del Tala, Entre Ríos. El cuerpo mutilado de Palacio había aparecido 23 días antes en la zona rural de Colonia Yeruá, a más de 170 kilómetros de distancia, lo que evidenciaba que el asesino intentó evitar su identificación arrojando partes en distintos puntos del camino.
Hasta ahora, la reconstrucción del caso indica que Palacio fue asesinado mientras trasladaba en su remis a Laurta, quien días después cometería un doble femicidio en Córdoba. El acusado, que ya tenía antecedentes violentos, habría planeado el crimen con anticipación para asegurarse de que ninguna prueba lo vinculara con su siguiente objetivo: su expareja, Luna Giardina, y su ex suegra, Mariel Zamudio.
El comisario inspector José María Rosatelli, jefe de la Departamental Concordia, explicó que el hallazgo del cráneo fue el resultado de un operativo de rastrillaje basado en el análisis de cámaras de seguridad y la triangulación de antenas telefónicas. “Seguimos el recorrido del imputado, desde Concordia hasta el lugar donde finalmente quemó el auto de la víctima”, señaló el funcionario. El vehículo que utilizaba Palacio, un Toyota Corolla blanco, apareció calcinado en un campo, lo que complicó aún más la identificación del remisero.
Pablo Laurta fue detenido el 12 de octubre en un hotel de Córdoba capital, donde estaba escondido con su hijo de 5 años, a quien había secuestrado luego de asesinar a Giardina y Zamudio. Al momento de su captura, se le secuestró un arma con un proyectil en la recámara y la billetera del remisero. Desde entonces permanece detenido bajo prisión preventiva.
La causa está a cargo de la fiscal Daniela Montangie, quien aguarda el informe definitivo de la autopsia para avanzar hacia la elevación a juicio. La jueza de Garantías Gabriela Seró ya habilitó el traslado del acusado a Córdoba, donde también enfrenta una causa por doble femicidio.
En las próximas horas, el informe final de la autopsia podría confirmar el disparo como causa de muerte, lo que consolidaría la acusación por homicidio agravado, un delito que podría llevar a Laurta a enfrentar una condena a prisión perpetua por el asesinato de Martín Palacio.
La conmoción por este caso no solo se debe a la brutalidad con que fue cometido, sino también al entramado criminal que lo rodea: un remisero asesinado en el marco de una fuga planificada, un doble femicidio, un menor involucrado y un recorrido que dejó rastros en varias provincias. Mientras los investigadores avanzan en la búsqueda de justicia para Martín Palacio, la sociedad vuelve a enfrentarse a una realidad alarmante: la repetición de crímenes que combinan violencia de género, desmembramiento y una frialdad que parece no tener límites. Hoy, más que nunca, el avance en esta causa es clave no solo para condenar al responsable, sino también para evitar que hechos similares sigan ocurriendo.

