Cristina Kirchner
Causa Cuadernos: CFK fue acusada de "jefa de la asociación ilícita"
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El Tribunal Oral Federal N°7 inició el proceso virtual contra ochenta y siete acusados.
El Tribunal Oral Federal N.º 7 dio comienzo este jueves 6 de noviembre al juicio oral por la causa conocida como “Cuadernos de las Coimas”, en la que están implicados 87 acusados, entre ellos la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El proceso se desarrolla íntegramente de manera virtual y marca un hito en la historia judicial argentina por la envergadura del expediente.
El debate, que se realiza a través de la plataforma Zoom, fue estructurado por el tribunal para garantizar no solo la transparencia, sino también la participación activa de todos los imputados. La apertura de la audiencia estuvo a cargo de los jueces Enrique Méndez Signori, Fernando Canero y Germán Castelli, quienes comenzaron con la lectura de los requerimientos de elevación a juicio.
La acusación, originalmente impulsada por el fiscal Carlos Stornelli y expuesta por la secretaria del tribunal, María Cecilia Chichizola, no deja lugar a ambigüedades. En su rol de presunta jefa de una asociación ilícita destinada a recolectar sobornos, Cristina Kirchner aparece como figura central del entramado delictivo que se habría extendido entre 2003 y 2015, durante los gobiernos que compartió con Néstor Kirchner y luego al frente de la presidencia.
El expediente reúne cientos de presuntos hechos ilícitos documentados en los famosos cuadernos del chofer Oscar Centeno, donde se registraban con minucioso detalle las entregas de dinero, los involucrados, las fechas, los lugares y las causas de los pagos ilegales. La mayoría de esas entregas, según la fiscalía, tenían como destino final a la entonces presidenta.
Entre los imputados se encuentran figuras clave del kirchnerismo, como el exministro de Planificación Julio De Vido, su mano derecha Roberto Baratta, el exsecretario de Obras Públicas José López y una amplia nómina de empresarios que habrían pagado coimas para acceder a contratos de obra pública.
Cristina Kirchner, quien escuchó los cargos desde su residencia de San José 1111 —donde cumple prisión en relación con el caso Vialidad— protagonizó un cruce tenso en la audiencia. Al intentar permanecer sin activar su cámara, el presidente del Tribunal, Enrique Méndez Signori, intervino para exigir que todos los imputados se mostraran visibles en la pantalla. “El tribunal debe asegurar la presencia de las partes para resguardar el derecho de defensa”, subrayó. La exmandataria apareció entonces junto a su abogado, Carlos Beraldi.
Se prevé que el juicio se extienda durante varios años, no solo por la magnitud del expediente, sino también porque se estima la declaración de más de 440 testigos. El proceso incluye además un diseño innovador para facilitar el acceso público a las etapas del debate.
Este juicio representa uno de los mayores desafíos judiciales en la historia democrática del país, y vuelve a poner a Cristina Fernández de Kirchner en el centro de la escena como acusada de una de las redes de corrupción más resonantes de las últimas décadas.
Más allá del desarrollo judicial, el impacto del juicio en la vida política argentina ya se siente. Sectores afines al kirchnerismo sostienen que el proceso forma parte de una persecución política y judicial, mientras que los no partidarios lo presentan como una oportunidad histórica para depurar el sistema democrático. La tensión promete acompañar cada etapa del debate, que no solo juzgará presuntos delitos, sino también la credibilidad del poder judicial y el futuro de una líder que marcó dos décadas recientes de la Argentina.

