Mercados
Carteras para afrontar el escenario post-electoral

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Bonos, acciones y carteras reconfiguran su dinámica en un contexto de reformas y expectativa de reservas.
El clima en los mercados financieros atraviesa un punto de inflexión. En el plano local, predomina el optimismo tras el sorpresivo resultado electoral de octubre, mientras que en el ámbito internacional se observa un aumento de la incertidumbre en Estados Unidos, producto del cierre gubernamental más prolongado de su historia y la creciente tensión política. A pesar de ello, el S&P 500 continúa operando cerca de sus máximos históricos.
Un octubre de sorpresas
En el frente local, octubre fue un mes de giros inesperados para los activos argentinos. El pesimismo que caracterizó a septiembre —impulsado por factores políticos y tensiones sociales— se disipó rápidamente tras el “batacazo” electoral. Este cambio de ánimo derivó en un rally contundente en los mercados. Los números hablan por sí solos:
El Merval registró su mayor suba diaria de la historia, acumulando un avance superior al 50% en la semana posterior a los comicios.
Los bonos hard dollar alcanzaron su valor más alto desde la reestructuración de la deuda, reflejando un renovado voto de confianza.
En el segmento en pesos, los bonos retornaron a niveles de tasas percibidas como sostenibles, mientras que los bonos CER comprimieron sus rendimientos por debajo de los dos dígitos nuevamente.
Con un mandato renovado, un discurso presidencial centrado en la austeridad y gobernadores dispuestos al diálogo, la atención del mercado se enfoca ahora en dos aspectos clave: la capacidad del Tesoro para acumular reservas y la implementación efectiva de reformas estructurales que permitan transformar el esquema económico.
Estas reformas, de concretarse, serán esenciales para impulsar la actividad y dar inicio a un nuevo ciclo expansivo basado en mayor productividad. La acumulación de reservas, por su parte, resulta crucial para mejorar la percepción de sostenibilidad de la deuda y permitir, eventualmente, el retorno de Argentina al mercado internacional de crédito. Ello podría dar origen a un círculo virtuoso de inversión y crecimiento.
Construcción de carteras en el nuevo escenario
En este contexto de euforia y expectativas renovadas, crece el interés de los inversores por recomponer sus portafolios. Sin embargo, es fundamental determinar previamente el nivel de tolerancia al riesgo, ya que la composición de la cartera dependerá directamente de este factor.
Cartera Conservadora
Diseñada para perfiles que priorizan la estabilidad y buscan menor volatilidad en su exposición al riesgo país. Su estrategia se centra en la preservación del capital y la selección de créditos de buena calidad.
La composición recomendada incluye aproximadamente 85% de instrumentos en dólares (accesibles mediante pesos), distribuidos mayormente entre bonos corporativos y provinciales, y en menor medida en bonos soberanos en dólares y algunos instrumentos en pesos.
Bonos corporativos (ONs): YPF, YPF Luz, Banco Macro y MSU Energy destacan por su solidez crediticia y rendimientos atractivos.
Bonos provinciales: Mendoza y Córdoba ofrecen una relación riesgo-retorno especialmente favorable.
Bonos soberanos: El AE38 y el GD35 permiten capturar mejor las ganancias en escenarios positivos, sin dejar de ser relativamente defensivos ante un contexto adverso.
Bonos en pesos: Los Boncap de tasa fija y el tramo medio de la curva CER representan buenas opciones para conservar valor y mantener liquidez, diversificando la cobertura.
Cartera Agresiva
Orientada a inversores con mayor apetito por el riesgo, esta cartera busca aprovechar el potencial alcista de un escenario constructivo. A diferencia de la conservadora, reduce la exposición a ONs y aumenta la participación en renta variable (acciones y CEDEARs).
Bonos provinciales: Además de Mendoza y Córdoba, puede incorporarse la provincia de Buenos Aires, que ofrece mayores rendimientos a cambio de un riesgo superior.
Renta variable: El sector energético se presenta como el más atractivo, con empresas como YPF, Pampa Energía y Vista. En segundo lugar, el sector financiero ofrece oportunidades en Banco Galicia y Banco Macro.
En síntesis, el escenario post-electoral abre una ventana de oportunidad para reposicionar carteras, siempre bajo un enfoque de diversificación y gestión prudente del riesgo. La clave estará en combinar una visión estratégica de mediano plazo con la flexibilidad necesaria para adaptarse a un contexto todavía desafiante.
