Estrategias innovadoras en nutrición agrícola
Bioestimulantes y biológicos: potenciando la eficiencia nutricional

Periodista.

Especialistas presentaron avances en tecnologías para mejorar la fertilización y reducir el impacto ambiental
El Simposio FERTILIDAD 2025 ha vuelto a marcar el pulso de la innovación en el manejo de los nutrientes agrícolas, abordando estrategias avanzadas que buscan mejorar la eficiencia del uso de los fertilizantes y fortalecer la sustentabilidad en la producción. Con la participación de especialistas de renombre, el evento ofreció un panorama amplio sobre la incorporación de bioestimulantes y biológicos, tecnologías que están revolucionando la manera en que los cultivos se nutren y responden al entorno.
La evolución en el manejo de los nutrientes
La fertilización es un pilar fundamental de la agricultura moderna, pero la demanda creciente de sustentabilidad ha impulsado una nueva forma de pensar en el manejo de los nutrientes. Ya no se trata solo de aplicar fertilizantes convencionales, sino de aprovechar herramientas complementarias que permitan maximizar los beneficios sin comprometer la salud de los suelos ni el equilibrio ambiental.
En este contexto, los bioestimulantes han ganado protagonismo. Durante el simposio, Patrick Du Jardin, reconocido experto en fisiología y nutrición vegetal de la Université de Liège, explicó el funcionamiento de estos compuestos y su impacto en el desarrollo de los cultivos. "Los bioestimulantes no suministran nutrientes directamente, sino que estimulan los procesos fisiológicos de la planta para mejorar su absorción y aprovechamiento", señaló.
A diferencia de los fertilizantes convencionales, los bioestimulantes pueden ejercer su efecto a través de mecanismos hormonales, procesos antioxidantes o mejoras en la arquitectura radicular, lo que los convierte en una herramienta versátil para fortalecer la productividad agrícola. Según investigaciones recientes, el uso de bioestimulantes no microbianos puede incrementar el rendimiento de los cultivos en un 17,9%, mientras que los microbianos logran aumentos del 16,2%.
Estrategias agronómicas para una nutrición más eficiente
El simposio también permitió reflexionar sobre la aplicación de tecnologías biológicas en el manejo de los nutrientes. Fernando Salvagiotti, investigador del INTA Oliveros, presentó un enfoque integral que considera los desafíos productivos en la región pampeana y la importancia de manejar estos productos con una base agronómica sólida.
"Trabajamos a nivel de cultivos y sistemas de producción. Aunque los bioestimulantes pueden generar cambios fisiológicos en condiciones controladas, es fundamental comprender cómo se traducen en respuestas agronómicas a campo", explicó Salvagiotti.
En su exposición, el especialista alertó sobre las brechas nutricionales que afectan la producción en Argentina. La deficiencia de fósforo, los bajos niveles de materia orgánica y las alteraciones en el pH del suelo limitan el rendimiento potencial de los cultivos y dificultan la sustentabilidad del sistema productivo. "No se trata solo de incrementar la producción, sino de optimizar el uso de los recursos y reducir el impacto ambiental", advirtió.

Uno de los puntos centrales del análisis fue el papel de los inoculantes microbianos, herramientas biológicas basadas en microorganismos vivos seleccionados que pueden favorecer la absorción de nutrientes y mejorar el crecimiento vegetal. Sin embargo, Salvagiotti señaló que los efectos a escala de campo suelen ser más moderados: "Los rendimientos suelen aumentar entre 7 y 10%, con mejoras más visibles en la biomasa radicular durante los estados vegetativos".
Fertilizantes de eficiencia mejorada: tecnología para maximizar la disponibilidad de nutrientes
El cierre del simposio estuvo a cargo de Nahuel Reussi Calvo, investigador de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Mar del Plata, quien abordó el concepto de fertilizantes de eficiencia mejorada. Estas formulaciones están diseñadas para aumentar la disponibilidad de los nutrientes en el suelo y reducir pérdidas por volatilización, lixiviación o desnitrificación.
"Estas tecnologías son claves en ambientes donde las condiciones predisponen a la pérdida de nutrientes", explicó Reussi Calvo. Además, destacó su impacto en la reducción de la huella de carbono de los fertilizantes, señalando que si bien no siempre generan incrementos significativos en el rendimiento, sí permiten mejorar la eficiencia del uso de los insumos.
Uno de los aspectos más relevantes de su exposición fue el análisis de las 4R de la nutrición vegetal:
- Fuente correcta: utilizar el fertilizante adecuado para cada situación.
- Dosis correcta: aplicar la cantidad óptima según los requerimientos del cultivo.
- Momento correcto: elegir el instante más oportuno para la aplicación.
- Lugar correcto: distribuir los fertilizantes en los sectores del lote donde sean más efectivos.
La combinación de estas estrategias con el uso de fertilizantes de liberación lenta y controlada, así como los fertilizantes estabilizados, permite optimizar la producción y reducir el impacto ambiental. "Cuando integramos tecnologías de insumos con tecnologías de procesos, la huella de carbono baja aún más", destacó Reussi Calvo.
El Simposio FERTILIDAD 2025 puso en evidencia la importancia de adoptar un enfoque integral para el manejo de los nutrientes. La combinación de bioestimulantes, biológicos y fertilizantes de eficiencia mejorada ofrece una vía para optimizar la producción sin descuidar la conservación de los suelos.
Cada una de estas tecnologías representa un paso hacia una agricultura más precisa, eficiente y sustentable, en la que los productores pueden tomar decisiones respaldadas por datos científicos y estrategias agronómicas probadas. Con estas herramientas, el futuro de la producción agrícola se encamina hacia un modelo más equilibrado, donde la innovación en la nutrición vegetal se convierte en un pilar para garantizar la rentabilidad y la sustentabilidad.