Reunión clave en Casa Rosada
“Ahora el enemigo es el kirchnerismo”: LLA redefine su batalla electoral
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Karina Milei, Caputo, Francos y los Menem trazaron la nueva hoja de ruta para septiembre.
En el entorno presidencial ya no hay dudas: el kirchnerismo se ha convertido en el blanco prioritario de la estrategia electoral. Esta línea fue ratificada en un encuentro clave que se llevó a cabo en Casa Rosada, donde participaron Karina Milei, Santiago Caputo, Guillermo Francos y los hermanos Menem, Martín y “Lule”. El cónclave dejó una consigna clara: dejar atrás las tensiones internas y poner el foco en la contienda bonaerense.
Mientras tanto, el peronismo enfrenta su propio laberinto. La posible ruptura del Frente Patria —coalición que agrupa a sectores kirchneristas, massistas y alineados con Axel Kicillof— fue agitada por Juan Grabois, quien no descarta una candidatura independiente. Esta fragmentación, que contrasta con la reciente recomposición libertaria, es leída por altos estrategas del oficialismo nacional como un viento a favor. “Cuando ellos se pelean, nosotros avanzamos”, sintetiza uno de los arquitectos del plan electoral de La Libertad Avanza (LLA).
Desde el conurbano, dirigentes del espacio que responde a Javier Milei creen que el eventual distanciamiento de Grabois podría impactar especialmente en bastiones de fuerte concentración electoral como la Tercera Sección, abriendo una oportunidad inédita para acortar distancias. “En distritos chicos no influye, pero si se lleva votos en la Tercera, podemos dar el batacazo”, señalan.
Otros actores dentro del espacio libertario consideran que el desconcierto que reina en las filas del peronismo no se traduce aún en el electorado. “Hay mucha gente que ni siquiera sabe lo que está pasando. Pero si el mensaje no baja, es porque no conectan con la gente”, afirma un referente del armado bonaerense.
La caída de la participación electoral en varias provincias es otro dato que preocupa: si la tendencia se repite en Buenos Aires, el margen de maniobra será más estrecho para todos los espacios.
Desde el gobierno nacional, sin embargo, aseguran que no intentarán explotar las fracturas del peronismo. “No hay que pegarles por pelearse entre ellos. Lo que importa es que representan un modelo que ya fracasó”, desliza un armador de LLA, al tiempo que anticipa una campaña centrada en contrastar con la gestión de Axel Kicillof.
El peronismo, agregan, seguirá absorbiendo a sectores menores como Patria Grande, a través del control territorial, el aparato electoral y la logística de boletas. Pese a ello, en el espacio libertario creen haber consolidado una estructura capaz de garantizar la fiscalización completa en toda la provincia, incluso en municipios periféricos. Parte de ese avance se atribuye a los acuerdos con el PRO.
Uno de los nombres con mayor proyección dentro de la campaña resume la táctica: “Vamos a ofrecer una agenda de transformación concreta frente al abandono del actual gobernador”. El tema de la seguridad será central, lo que explica la inclusión de Maximiliano Bondarenko, ex comisario de la Policía Bonaerense, como primer candidato en la Tercera Sección.
En otras zonas, como la Primera Sección Electoral, la táctica se ajusta al terreno. Allí, Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero y candidato de LLA, propone combinar el reclamo de seguridad con una batería de propuestas impositivas orientadas a reducir tasas municipales y fomentar la competitividad entre distritos.
Aunque no se espera un despliegue masivo de funcionarios nacionales durante la campaña provincial, algunas apariciones puntuales podrían marcar agenda. En especial, la de Javier Milei, cuya presencia se evalúa con cautela: “La prioridad sigue siendo la elección nacional”, aclaran cerca suyo.
La reunión que consolidó la coordinación bonaerense, con figuras como Sebastián Pareja, José Luis Espert y asesores del Ejecutivo, selló la unidad operativa de cara a septiembre. “Teníamos que mostrar que estábamos alineados, no solo decirlo”, comenta uno de los protagonistas del encuentro.
Desde el Ejecutivo, encargaron relevamientos en toda la provincia para medir la evolución del voto libertario. La expectativa es alta: creen tener chances de imponerse en todas las secciones, salvo en la Tercera —por el fuerte arraigo peronista— y con un panorama ajustado en la Segunda, donde se enfrenta a la estructura de Manuel Passaglia.
Con todo, el oficialismo nacional apuesta a que su discurso resuene con más fuerza en temas sensibles como la seguridad. “Ese es el flanco débil del Frente Patria y nuestro punto fuerte”, dice un funcionario que no descarta que se intensifique la presión comunicacional sobre el gobierno bonaerense en ese eje. Ya lo hicieron la semana pasada al denunciar la deuda millonaria que la administración de Kicillof mantiene con los hospitales SAMIC, y el retraso del IOMA con el Garrahan.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue categórico: “Usan la salud con fines partidarios mientras abandonan lo esencial”.
La contienda del 7 de septiembre es vista como una instancia clave. No solo se renovarán bancas en la Legislatura y el Senado provinciales, sino que también se votará en los 135 municipios bonaerenses. Según proyecciones del politólogo Pablo Salinas, LLA podría convertirse en primera minoría en la cámara alta y segunda en la baja, ampliando su capacidad de incidir en la gestión provincial.
Además, esta elección funcionará como termómetro para la gran cita del 26 de octubre. Aunque nadie se atreve a establecer una correlación directa, en algunos despachos ya se especula: “Podemos ganar ahora y perder después, o al revés. Lo importante, por ahora, es desgastar”.