Feria del Libro
Efecto IP: escracharon a Fontevecchia, Rebord y Roa por los “sueldos de hambre”
Durante una charla sobre el rol del periodismo frente al gobierno de Milei, trabajadores de Clarín y Perfil denunciaron los bajos salarios que perciben.
En el marco de la Feria del Libro, la presentación del nuevo libro de Jorge Fontevecchia, presidente de Editorial Perfil, se convirtió en el escenario de un fuerte reclamo laboral. Mientras compartía panel con Ricardo Roa, editor general adjunto de Clarín, y el comunicador Tomás Rebord, un grupo de trabajadores de prensa de los propios medios increpó en público a los empresarios por los bajos salarios que perciben.
El escrache, realizado por periodistas de Clarín y Perfil, se produjo durante el desarrollo del evento en la sala Victoria Ocampo. “Para ser periodistas de verdad no podemos tener sueldos de hambre. Tenemos salarios de 520 mil pesos, la mitad de una canasta básica. Están hambreando al periodismo”, denunciaron en voz alta. En medio de la tensión, aclararon: “Con vos Rebord no es”, diferenciando al conductor de Blender de los directivos interpelados.
El reclamo laboral se produjo en simultáneo con una discusión más amplia sobre el vínculo entre el periodismo y el gobierno de Javier Milei. Roa denunció ataques sistemáticos del presidente como parte de una estrategia para desacreditar al periodismo independiente, y advirtió que este tipo de discursos pueden terminar en agresiones físicas o institucionales. Rebord, por su parte, marcó la diferencia entre la crítica a figuras públicas y el hostigamiento a cronistas, subrayando la peligrosidad de que el odio se fomente desde las máximas autoridades del Estado.
Fontevecchia, en tanto, comparó la situación actual con un fenómeno global: el reemplazo del periodismo tradicional por las redes sociales y los influencers afines al poder. Según el empresario, el gobierno busca instalar una nueva forma de comunicación directa que excluye a los medios, pero insistió en la necesidad de mantener el periodismo como un instrumento insustituible para entender el mundo.
Sin embargo, la legitimidad de esas ideas quedó opacada por la denuncia pública de sus propios empleados, que exigieron condiciones dignas para poder ejercer el oficio que los expositores defendían en el discurso.